domingo, 10 de diciembre de 2017

Calle Juan XXIII

Fotografía de Manolo Cabello.

Ayer

La calle Juan XXIII pertenece al grupo de tres calles dedicadas a papas en la zona del antiguo campo de fútbol de San Sebastián, que es la zona de la primera gran expansión urbanística de Ubrique en los años 60.
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Posteriormente este nombre se le dio también a una parte de calle San José, que originariamente tenía forma de L, con lo que la de Juan XXIII se alargó. Al principio, este nuevo tramo era muy estrecho (pues no era sino un callejón particular que daba acceso a una urbanización, el cual incluso llegó a tener una cancela), pero se amplió hasta los 5 metros cuando se derribó la antigua estación de autobuses, que daba a esta calle. Todavía queda al principio de la calle el antiguo letrero de "San José". Quizá el considerar el tramo de San José como parte de Juan XXIII fue simplemente un error cometido en algún momento por el Ayuntamiento. Todavía, las casas de la actual San José empiezan su numeración por el 6.

Del papa que da nombre a la calle fueron famosas sus encíclicas Mater et Magistra y Pacem in Terris, pero es más conocido por su iniciativa personal, apenas tres meses después de su elección como pontífice, de convocar el Concilio Vaticano II, que imprimiría una orientación pastoral renovada en la Iglesia católica del siglo XX.

Lo antecedió Pio XII y lo sucedió Pablo VI, que dan nombres de calles paralelas a esta. Los años de papado de estos tres pontífices coinciden más o menos con la época de urbanización de la barriada. Si algún día esta fecha se olvidara en Ubrique, los nombres de los papas servirían para datarla.

Era una de las calles con la que lindaba la antigua estación de autobuses y con el desaparecido campo de futbol "San Sebastián".

Hoy

Esta es una de las calles más importantes del barrio que se llamó inicialmente de Santa Rosalía porque conecta la calle de ese nombre con la avenida de Los Callejones.

En el tramo que era antes San José (el inmediato a Los Callejones) tiene dos bloques nuevos de cuatro pisos. La otra parte conserva casas más antiguas de hace medio siglo con menor altura, quedando alguna de una sola planta. Casi a la altura del cruce con San José, enfrente, hay un diminuto callejón particular.

Mañana

Esta calle ganaría algo si se pusieran macetas o árboles. La esquina con San José está llena de cables sueltos, colgando, que afean mucho el lugar. El Ayuntamiento debería obligar a la empresa de electricidad a adecentar ese cableado.